domingo, 30 de noviembre de 2008

ADIOS NOVIEMBRE

El sábado me levanto después de haber dormido no sé cuántas horas; voy a nadar. Fernando, nuestro entrenador, no entiende que los mortales tenemos un límite y nos da una paliza detrás de otra. Acabo reventado y después cumplo con mis obligaciones de amo de casa, compra, lavadoras, etc.
Por la noche me invitan a una cena en honor de Bárbara Probst Solomon, escritora y periodista norteamericana, judía y octogenaria; le han dado el premio Francisco Cerecedo y ha venido a España a recogerlo. Bárbara ha explicado a los estadounidenses mejor que nadie la realidad española, y a los españoles la realidad de USA. Ha estado vinculada a la transición, es directora de la revista The Reading Room, escibe en New York Times, The New Yorker, etc... En la cena estaban también el editor Mario Muchnik, su compañera Nicole, Soledad Orozco y los anfitriones Marcos Barnatán y Rosa Pereda, con su jodido perro " Pibe " que no paró de ladrar(me); creo que me tiene miedo, no sé por qué, oyes. Y se charla de la memoria histórica, de nazismo, de Obama, en fin, cosas. Se marcha pronto y nosotros seguimos la velada un rato largo.
Termino la noche en un garito con unos colegas; vienen del Ayuntamiento a ver cuánta gente había, por aquello del aforo. Gallardón pisa fuerte desde lo del pobre Alvaro Ussía. ¿Pagarán justos por pecadores? Mucho golfeo, eran ya buenas horas.
El domingo veo a mi amiga Mon González Ferrán, diplomática destinada en Londres, que está de paso en Madrid y nos ponemos al día; me anuncia que me va a presentar a alguien. Oh, cielos. Hablamos de lo divino y lo humano, de budismo y de derecho. Ella es capaz de seguir cualquier conversación, y en diez idiomas sin liarse, incluído el árabe. Es todo dulzura y cariño.
Después toca cine, voy con Celso a ver " Limoneros ", una deliciosa película israelí que toca el eterno conflicto palestino de una forma tierna y moderada. La peli es en V.O. en hebreo y árabe. Estuve en Israel en el 92 con Dani, Bea y Fernanda, entonces se podía ir a todas partes y no había controles; conocimos todos los territorios ocupados y nos pateamos la Cisjordania de arriba a abajo. Me encanta esa tierra, me llenó de una energía muy particular.
Al salir, Celso y yo nos metemos una pita árabe por aquello de la temática de la peli. Y ya está bien, que vaya finde sin parar.
Ya es 1 de diciembre, día mundial del SIDA. Mucha gente ha bajado la guardia. Hay que usar condones siempre.

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