miércoles, 7 de enero de 2009

Qué frío

Vienen bajas temperaturas, olas de frío, etc. Un horror, vamos. He estado en Bilbao viendo a algunos de los niños ucranios cuya adopción tramité a finales de los 90 y a principios de esta década; entonces eran casi bebés, ahora ya son gigantes y gigantas, muy guapos y con gran carácter. Con todos los padres tengo, lógicamente, un vínculo especial de por vida. Ando con mi diccionario de adopción, juro que algún día verá la luz; mientras tanto, poco a poco lo actualizo.
Una editorial conocida me propuso contar mis experiencias en un libro, pero a mí no me dió la gana porque eso pertenece a una esfera privada entre los que fueron mis clientes y yo. Así que, nones; yo les propuse que me publicaran el diccionario, y ellos me dijeron nones a mí. Bueno, tan amigos.
Mañana es el cumple de mi amigo Andrés, gran amigo de verdad, es el primero que abre la veda de la misma edad que iremos cumpliendo los del 66, uf. Andrés es una mente privilegiada, y nos vemos poco pero siempre está ahí. También es el cumple del Tigre, pero nos tratamos poco o nada.
Los Reyes de mi ahijado me han traído una especie de joyero o caja negra de cocodrilo para guardar cosas; hay que ver qué gusto tiene la madre de mi ahijado, que es Mónica, íntima a la que adoro. Ayer la madrina del niño y yo fuimos a llevarle los Reyes al enano. No puedo estar mucho con él porque me lo termino comiendo a mordiscos. Parte de mi familia.
Estoy preparando mis viajes de este trimestre: Londres, Buenos Aires, Nueva Delhi y Sofía, por este orden, más los que me caigan sin planear.
La noche de Reyes estuve en el recién reinaugurado Liquid, que ha cambiado de calle pero no de barrio, y es como el de antes pero un poco más pequeño. Los niños del PP de ahora que entienden se dejan caer por ahí, más los fieles de siempre y unos churris nuevos que se parecen mucho entre ellos. Lo que pasa con Liquid es que ahora, como la gente está más apretada, la peña no puede lucirse tanto como antes, lo cual que mejor, porque antes quedaban muy petardas y tiene mas gracia fijarse en la cara que en el modelé que lleva el personal. Allí fuimos con César y Ramón, que son Audelis y luego nos hicimos amiguis. No está mal, por lo menos no hay chandaleras ni piercings ni demasiadas musculadas; ahora, uno es de Why Not, que es lo que me gusta y donde me lo paso bien. Es propiedad de Edgar, que en una época ponía copas en Rick's, cuando Rick's era otra cosa.
Joder, me estoy haciendo mayor.

No hay comentarios: