miércoles, 3 de febrero de 2010

La Luna

La luna se pone caprichosa cuando está llena, no sé si porque tiene amores con un calé y todita la noche con el gitano se vé, que reza un dicho andaluz; el caso es que tenemos que bailar al son que ella impone, o sea, que los lunáticos nos ponemos como cabras locas, cargando pulseras con sal gorda en recipientes de cristal o loza, desatendiendo al mundo para mirarla y pensar que nos cobija la luna lunera cascabelera.
El viernes pasado la miraba yo fascinado desde el Tanatorio de San Isidro, mientras se preparaba para salir por entre los edificios de España y Torre de Madrid. Sole y yo miramos el espectáculo con una profunda melancolía, mientras en la sala de al lado despedíamos a Marta que se ha marchado dándonos a todos una lección de coraje y dejando la puerta abierta a que meditemos sobre la vida y la muerte. El cáncer se cura cada vez más pero no siempre, y la muerte se ceba en quien la deja. También se ha llevado a uno de los auxiliares de Audeli, así de repente; pero por más que estas cosas pasen todos los días, nos sigue resultando incomprensible. Así que, a pasarlo pipa y marica el último.
Melgar de Arriba es un pueblo de la provincia de Valladolid donde mi abuelo paterno tenía una casa que ahora es en parte mía; Melgar se ha postulado como almacén de residuos nucleares con el fin, principalmente, de atraer gente a la comarca y que aquello despegue un poco. Qué paradoja crear un cementerio para repoblar un pueblo, le digo a mi prima Rosa Pereda que en su blog " Ahí andamos " toca este tema. A ver qué pasa.
Y cine, y teatro, y de acá para allá, ahora de revisiones, yo tengo suerte y puedo contarlo. Por eso lo plasmo aquí y vivo intensamente.

2 comentarios:

Rosa Pereda dijo...

Ese contradios de la muerte. Cuánto lo siento, primín.
Un beso grande

Unknown dijo...

Ha sido muy duro todo esto. No tengo palabras porque todavía no me lo termino de creer.

He tenido que estar estos meses atrás con muchas ganas por venir a Madrid pero no podía.
Y cuando por fin he tenido que venir para el curso de refresco ha coincidido con todo.... es increíble.
Como dice Maite, su mejor amiga, me ha esperado....

Cuántas lágrimas todavía tengo para ella. La echaremos tanto de menos.

Marta era especial, divertida, cariñosa, simpatiquísima, una madre maravillosa y una espectacular mujer.

Lástima por sus hijos a los que estaba totalmente entregada. Pero ahí estaremos para apoyarlos y ayudarles en todo lo que necesiten. Son tan ideales como su mamá.

En fin, solo quería agradecerte tus palabras tan cariñosas y que siempre estés AHÍ.

¡¡ CON UN PAR!!!