Llevo uno días vago con el blog. Después de Río estuve en Buenos Aires, y hacía tal calor que daba pereciña sentarse a escribir. Allí, como en casa, siempre lo mismo, da la sensación de que nunca me voy de Argentina, que siempre vuelvo... y espero que sea así para siempre. Mi Recoleta está intacta y siempre me espera.
Un amigo cumple 40, así que hace fiestón que a la vez es un poco inauguración de su casa, porque ha llegado a Argentina hace poco y él y su pareja se acaban de instalar allí. Mucha gente interesante, ambiente diplomático, ocho nacionalidades, un calor de morirse, muy divertida la noche, bailando sin parar y ligando bastante. Esa noche triunfo, parece que la historia puede continuar, pero... es complicado, como pongo en mi perfil de Facebook. Carlos y Siro están también allí, risas aseguradas, al día siguiente salimos con un irlandés blanquito y rosita y lo pasamos bien.
Mañana empieza tremenda semana, el comienzo es la novena revisión de mi cáncer, o sea un poco de canguelo, qué pereza. Luego notarías, gestiones, mi maravilloso fisio, preparación de mis clases, clases, cosas, cenas de trabajo y de no trabajo. Finalizará con la comida mensual con mis íntimos y con una fiesta de inauguración - cumpleaños de unos buenos amigos. Un no parar, Isabé, ya sabes. Hay que aprovechar mientras uno pueda, y disfrutar cada segundo.
Coñazo el PP, la trama, el PSOE, sus ataques que esconden la realidad de la crisis, Garzón, Bermejo y por ahí. Garzón ha tenido un susto de salud, debería descansar, él no tiene ya nada que demostrar, mejor que se relaje, porque la tensión, nervios, stress, etc... salen por algún lado, en forma de cáncer de colon o de infartos o anginas de pecho. Que vigile su salud, que nadie le va a venir a cuidar si no se cuida él. A mi vuelta subo a Miraflores a comer con la family, el fin de semana ha estado relajado, deporte, lectura, cosas. Nada importante, nada especial, tiempo de pensar en el futuro, de hacer planes, de reflexionar sobre la vida, la enfermedad pasada, los senderos de la memoria están llenos de buenos recuerdos y de malas hierbas que no volverán a florecer jamás.
Me voy a dormir con un libro de Mankell; en cuanto termine me pongo con Saramago.
Ojalá Pé gane el Oscar.
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