viernes, 19 de octubre de 2012

Denegación de la idoneidad

En la Dirección General de Infancia de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha me tienen gato. Los técnicos de esta Dirección, psicólogos y trabajadores sociales que se encargan de elaborar el informe psicosocial de los solicitantes de adopción internacional, a veces meten la pata y, blandiendo un más que manido interés superior del menor, deniegan los certificados de idoneidad para adoptar a varias familias.
Por supuesto, también existe el supuesto contrario,o sea, otorgan la idoneidad a gente absolutamente perturbada.
Es evidente que la Admnistración ha de ejercer una función vigilante sobre las personas que van a adoptar, pero eso no debe conllevar actuar, afortunadamente, en contadas ocasiones, con una total falta de rigor como me ha pasado esta semana.
Veréis, llevo ya un par de años teniendo que interponer demandas contra la Administración en representación de familias a las que se deniega la idoneidad. Hasta ahora, las he ganado todas, bueno, una de ellas no, pero la recurrí y en la Audiencia Provincial me estimaron el recurso. De verdad, la negativa ha sido siempre dictada de forma totalmente injustificada, porque no es que sólo la denieguen, es que existe un vaivén de concesiones de idoneidad, ora te la deniego, luego te la concedo pero cuando te la tengo que actualizar, entonces no. Y es lo que me ha pasado con este delicioso matrimonio que lleva siete años batallando con los técnicos que se traen un trajín que para qué.
Hemos tenido juicio esta semana, en Toledo. A mis clientes, gente extraordinaria, honesta, humilde, con probada ética, etc... les traen por la calle de la amargura desde hace siete años, total, que planteamos demanda contra la Junta y el jueves fue la vista. En el juicio, mi pregunta, o sea, dardo directo a la técnico de la Dirección General, por otra parte, encantadora, y defendiendo su postura, fue: "Oiga ¿Usted cree que es ético denegar, conceder y volver a denegar  la idoneidad dependiendo de la postura  que ustedes consideran que una familia tiene? ¿O es que ese niño esperando una familia estará mejor en un orfanato? y, Oiga, ¿No será que son ustedes los técnicos los que son un poco inestables, que ahora conceden y luego no?"
No hay sentencia todavía, pero soy optimista, la Fiscal estimó la demanda, vamos a ver. En cualquier caso, hay que pelear contra la Administración cuando ostenta una falta de rigor tal que puede arruinar la vida de unos señores que sólo quieren dar cariño a un hijo.
A la hora de conceder o denegar la idoneidad, hay que ponderar una serie de criterios; en este caso, la Administración sólo se fija en uno para denegar. Equivocadamente.
Ojalá sirvan estas sentencias para reflexionar sobre las concesiones de idonedad, porque me consta que el trabajo realizado por los  equipos técnicos es siempre excelente y lleno de rigor; quizá los cambios en los equipos, con vaivenes e ires y venires de profesionales, y quizá los recortes, anden detrás de todo esto.  
 

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