sábado, 1 de mayo de 2010

Mi cumple

Cumplo años lleno de cariño y afecto, me compensa de los últimos días en los que he estado algo bajo; uno sale de todo, de lo que haga falta. De lo que no se sale es de la inevitable. Este año no celebro nada, sin embargo es extraño, pues este año tendría que festejar un nuevo cumpleaños después del horror vivido. Pero me doy cuento de que ya celebro el amanecer de cada día, y cada momento que vivo y disfruto.

Uno tiene que aprender a decir no; ese es el lema de este nuevo año.

Por lo demás, días maravillosos de campo, de olor a tierra mojada y rodeado de cosas sencillas, Madrid me mata como a todos y a veces hay que huir y largarse con viento fresco.

Así que regreso lleno de energía; mis proyectos de trabajo me tienen ya ocupado; mi mente no para de idear cosas novedosas, hilando esto y aquello, ahora estoy en ordenar todo el brain-storming que me ha llovido todos estos días atrás. La abogacía me aburre un poco y necesito creatividad para sentirme satisfecho; también debo decir que a veces sé que puedo dar la sensación de que se me va la pinza, pero no es verdad.

A propósito de pinzas que se van, voy con Celso a ver " La Isla Interior", maravillosa creación de Sabroso y Ayuso; los directores canarios dejan a un lado la comedia y narran con crudeza la historia de una familia marcada por las enfermedades mentales; las interpretaciones son espectaculares, el contenido durísimo, tengo gente cercana que pasa por lo mismo; los brotes, la medicación... todo eso lo cuenta con maestría la pareja canaria y sin salirse ni un palmo de la espantosa realidad que supone todo eso.

También voy a ver a mi querida Salander en la tercera parte de "Millenium"; bueno, no puedo ser objetivo, Lisbeth Salander es mi heroína del siglo XXI. Hablando de suecos, leo el útimo de Mankell, " El ojo del leopardo", que no está mal, pero echo de menos a Wallander, a quien el escritor mató en su anterior novela, " El hombre inquieto". El entrañable y viejo inspector tenía cuerda para rato, pero su creador dejó que se consumiera por el alzheimer, él sabrá por qué. Murakami espera en mi mesilla de noche.

El funeral de nuestro amigo Carlos se convierte en un acto de sociedad lleno de amigos y conocidos, donde después se toman vinos y cañas al lado de la catedral; es lo que él hubiera querido. Carlos ha dejado huella y esa es la mejor manera de que uno se marche, le echaremos mucho de menos.

Me toca volar con Ryanair, vale, no me quedaba otra. No tengo nada contra las low - cost, me encanta EasyJet, pero ésta.... lo de esta gente es tremendo. Leo en prensa que sus resultados no han sido muy buenos..... cielos, me echo a temblar sólo de pensar por dónde van a ahorrar costes ahora... ¿Pondrán unas máquinas de café en el pasillo?

Y....llegó el calorcito, aunque no parece que vaya a durar mucho, y lo celebramos en la terraza del Oscar con la viuda de Cliquot.

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