martes, 11 de mayo de 2010

Mallorca

Mayo llega fresco, esta mierda de invierno que hemos tenido parece no tener fin. La explosión primaveral no acaba de llegar, lo cual que agradecemos todos los alérgicos porque el polen no aparece; seguro que anda ahí, agazapado, esperando su oportunidad de expandirse.
Me organizan una cena por mi cumple, a pesar de que yo no quise celebrar nada; buena compañía, risas y vinos. Voy al cine a ver con Mari Ro " The writer", que nos encanta.
Nada más de especial hasta que me marcho a Mallorca porque está organizado el acto de arrojar las cenizas de nuestro amigo Carlos. El acto es emotivo y triste, tiene lugar al atardecer, en los mismos acantilados de la isla en los cuales él se paraba cuando volvía de la playa a ver las espectaculares puestas de sol mediterráneas. Durante el fin de semana sus hermanos y amigos más cercanos y no tan cercanos le homenajeamos constantemente, mientras él ya descansa en paz, como no puede ser de otra manera.
En Palma veo a amigos entrañables, ceno con Mariaje, mi primera jefa hace años, en Es Mussol, un restaurante mallorquín que fue el primer sitio al que me llevaron cuando llegué a Mallorca hace 22 años. Me doy un paseo por Es Trenc y otro por el centro de Palma que tanto me gusta; también voy a la playa. La isla es maravillosa a pesar de que huele a corrupción, mafia rusa y toda esa mierda, pero bueno, como en todas partes ahora.
Veo gente, nado, trabajo, y me invade una cierta melancolía que ahora no toca para nada, pero, Isabé, es lo que hay.

1 comentario:

Quique con Q dijo...

Gracias Javi, me sigue encantando todo lo que vives y nos dejas vivir contigo en tus relatos.
Un beso,
En.