viernes, 11 de septiembre de 2009

Pozuelo, la madre de la nena y un poco de glamour

El pasado fin de semana Pozuelo se ha convertido en un polvorín; cuentan que unos niñitos, borrachos como cubas, se dedicaron a cargar contra la Policía como si estuvieran tomando la Bastilla. Es lo que tiene el botellón, que terminan todos con una castaña en la que no se distingue la realidad de la ficción. Pero la realidad es que la cosa terminó con dos policías heridos graves, otros con contusiones, coches calcinados y 20 jóvenes detenidos, 7 de ellos menores.
No estábamos allí para verlo, las pruebas que tienen contra los chicos son poco concluyentes, excepto los que han salido grabados, pero lo que está claro es que el botellón es lo que provoca estos conflictos y si bien muchos jóvenes salen a beber pacíficamente, muchos otros se dedican a destrozar lo que encuentran a su paso, a fastidiar al personal y a enfrentarse con la autoridad, todo bajo el ala de la protección constitucional y la parental, bajo las que saben que no les va a pasar nada. Muchos papis, en vez de prohibir estas conductas a sus hijos, castigarles ejemplarmente, enseñarles urbanidad y ya de paso soltarles un par de hostias que les iban a sentar estupendamente, salen en defensa de sus retoños echando balones fuera; o sea, la culpa es siempre de los otros.
Recuerdo, cuando empecé a ejercer la abogacía, en una guardia del turno de oficio atendí a un chaval que, junto a un colega, había quemado un coche después de una borrachera tremenda. Cuando la madre se presentó al día siguiente en el Juzgado, me dijo : " ya ve usted, tampoco es para tanto lo que ha hecho la criatura". Si bien hoy hay jóvenes que luchan por labrarse un futuro y que son serios, responsables, trabajadores y respetuosos con la sociedad, es verdad que asistimos al auge de una juventud sin valores, que espera que se les de todo hecho, con una cultura muy extensa en lo que se refiere al uso de las nuevas teconologías pero muy limitadita en lo demás, y en general, todos muy subiditos cuando en realidad no valen para nada y no tienen nada de qué presumir, sino mucho que aprender de esos que en vez de pensar en botellón y en rascarse la nariz, enarbolan la bandera del esfuerzo y la responsabilidad.
Ahora celebro mis 25 años de haber terminado COU y se está organizando una cena con los que allí estábamos; también se ha convocado a los profesores, algunos de ellos son hoy buenos amigos. Yo estudié COU en un colegio laico marcadamente liberal, heredero de la Institución Libre de Enseñanza, con unos enseñantes absolutamente fantásticos, sobretodo en Humanidades, que es lo que yo elegí. Una de las profesoras, licenciada en Historia del Arte y por tanto encargada de esa asignatura, ha terminado por dejar la docencia y dedicarse a la empresa privada. Comí con ella, me confesó que no podía más con esa horda de niñatos maleducados de ahora, apoyados en muchos casos por sus papás. Y es lo que tenemos.
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid ha solicitado al Fiscal de Menores que investigue a la niña de Belén Esteban, esa muchacha sin tabique nasal que sale en la tele. Parece que todo el rato habla de las cosas de su hija, de que si el padre Jesusín de Ubrique le paga o no la pensión y de ahí en adelante. Eso claramente ataca la intimidad de esa menor, y está muy bien que por lo menos la autoridad pública se fije en estas cosas; parece que las denuncias vienen de muchos ciudadanos anónimos que ven atónitos como la vida de una menor es seguida a diario por los telespectadores. Esperemos que esto vaya parando y la mamá de la nena y otros que como ella ponen a sus hijos por delante, vayan callando un poquito; pero la culpa no la tienen solo ellos, sino también, y en igual medida, los medios que se hacen eco de todo esa basura, y esto incluye a todos los programas de telecaca y a los que no son telecaca pero hablan del corazón.
Hablando del corazón, en la consulta del médico cae en mis manos un ejemplar de la revista ¡Hola! de finales de julio, contando la boda de Jaime Polanco y Fiona Ferrer. Qué maravilla, por fin algo de glamour, elegancia y buen gusto, donde no tiene cabida toda esa peña de horteras y chonis que por lo general domina el mundo rosa.
Ya estoy recuperado, vine muy cansado del verano pero mis pilas se van cargando día a día. Hoy pasaba en moto por la Gran Vía cuando Chávez se ha bajado en la Casa del Libro, he pasado de largo y luego he escuchado que muchos ciudadanos le han insultado llamándole dictador. Si esto hubiera pasado en Venezuela ya estarían en el trullo.

2 comentarios:

Rosa Pereda dijo...

Uff, qué entradita! Yo suelo estar de acuerdo contigo, pero en lo del defensor del menor de la Comunidad de Madrid y Belén Esteban, no puedo estar de acuerdo. Porque ha mandado ¡una nota de prensa! a todos los medios, anunciando su investigación. Qué tal? Sinceramente, parece que la comunidad de Madrid tiene que hacer publicidad de esta institución tan seria. Y el que esa chica, que es un oscuro, increíble producto mediático que no acabo de comprender y mira que lo intento, hable de su hija o más, del padre de su hija, pues mira: qué intimidad ni quá ocho cuartos. Más grave me parece que quienes tienen que velar por ella -el defensor del menor- mante tantos, tantos cuartos al pregonero.

javi castro dijo...

Dulcinea querida, quizá no es la forma y hubiera quedado mejor la cosa comunicándola a la madre directamente. Pero creo que en realidad hay un trasfondo en todo esto, que no es más que un aviso a las cadenas y otr@s que hablan de sus niñitos. Peor, desde luego, es la Thyssen y las pruebas de paternidad de su nieto, bien expuestas en la portada de HOLA, sin que nadie parezca escandalizarse por ello.