Regreso a Buenos Aires, a casa, esta es sin duda la ciudad donde mejor estoy, aunque la situación política es una porquería... pero bueno, en España no es que andemos muy sobrados. Aquí soy feliz, los jacarandas empiezan a perder sus hojas y se empieza a notar el fresco que sube del Polo, pero lentito, todavía la ciudad regala sus terrazas para tomar un tecito.
Me invitan al Equinoccio 2011, un premio que da la Embajada a un artista que tienda puentes entre España y Argentina; este año se lo han dado a Sabina, hubo una fiestuqui divertida, la organización fenomenal, pero el acto en sí, muy PSOE.
Y por lo demás, la vida sigue, un cine, nadar, trabajar sin parar y cuidando y revisando el body que empieza ya a aburrirme, es lo que tiene esto.
El día 9 de mayo presento mi libro de adopción internacional, estoy muy emocionado porque por fin ve la luz este proyecto.
Hace un año que se fue Carlos, le recordamos mucho.
Mi hada buena sigue ahí.
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