sábado, 12 de abril de 2008

Chueca y aparte

Esta semana fuí a cenar a Gastromaquia ( Pelayo, 6 ), en Chueca, donde Hugo Escolies, alumno de los grandes chefs de este país, ofrece una carta espectacular de cocina creativa y de mercado, buenos vinos, mejores postres y agradable conversación. Desde principio de mes, ofrece menú a mediodía por 10,80 €. Hay que aprovechar ahora para ir porque pronto el boca a boca obligará a hacer cola para disfrutar de sus platos
Allí estuve con María José Pereda, que venía de coordinar unas jornadas sobre los Ilustrados en el Centro Cultural de la Villa de Madrid. Se unió Teté, amiga de siempre, y Pablo Gregor, músico y compositor, que es casi familia.
Después nos dejamos caer en La Fábrica de Pan, emblemático bar de siempre de Madrid, en pleno corazón de Chueca. Yo iba hace más de 20 años, cuando empezaba a conocer la noche madrileña, con la cabeza llena de pájaros y apuntes de Romano. Después de años sin aparecer, regresé a este lugar por donde no parece haber pasado el tiempo, donde el personal toma copas dedicado a la conversación y a unas sanas risas que son las mismas que en los 80; porque la gente de la Fábrica sigue siendo la misma. Ojalá muchos garitos de la zona siguieran su estela y crearan ese feeling en sus recintos
En La Fábrica sobran los fashion, los super cool y las tontas, porque se va a otra cosa, a estar y a charlar, no a ver o dejarse ver
Me encontré con gente de toda la vida, del colegio, de otras cosas, qué bien verse y recordar a aquellos que se quedaron en el camino porque se dejaron seducir por las drogas o porque se toparon con el virus del amor y no llegaron a tiempo a los tratamientos de ahora; pero ellos también estaban en la Fábrica esa noche.
Chueca ofrece otras cosas que no están en la carta, y que hay que saborear con calma

2 comentarios:

Rosa Pereda dijo...

Torero!
Me encanta tu blog y pienso frecuentar un poco más Chueca.
De qué me suena tu panda?

javi castro dijo...

Mi panda? Pues de siempre, ya sabes