martes, 28 de julio de 2009

MI VIAJE SECRETO

Llevo un tiempo sin actualizar el blog, pero es que he estado liado con trabajo, de acá para allá, un marroncete de un tema que llevo, en fin, la cotidianeidad de la vida. Pero sobretodo he hecho uno de los viajes más interesantes de mi vida, y eso sí, secreto. Os cuento.
Una persona a la que en su día asesoré para una adopción, partía por fin, después de casi cuatro años de trámites, de viaje a buscar a su hijo, y me pidió encarecidamente que le acompañara a un lejano país para estar junto a él en el momento de la entrega y posteriores trámites. No me pude negar, y allí nos dirigimos mi ya amigo que en su día fuera cliente, su hermana, otro acompañante, y servidor, a buscar al pequeño Carlos (conserva, además, su nombre original ). Mi amigo es soltero, y hoy día la adopción internacional para monoparentales está complicadita; aún así, su tesón y constancia han hecho que su proyecto se haya hecho realidad. Al llegar, después de 14 horas de viaje, ya estaban esperándonos el representante de la agencia local que se ha encargado de todos los trámites, y después de descansar toda la noche, a las 8 de la mañana del día siguiente vinieron a recogernos para ir al orfanato a ver a Carlos, al que ya conocíamos por foto, además de saber todos sus datos y circunstancias.
Desde el 99 he tramitado 200 adopciones; pero nunca acompañé a los adoptantes a recoger a sus hijos, pues este trámite se realizaba con los representantes locales que nuestra agencia tenía en los distintos países con los que trabajábamos. Así que esta experiencia era nueva para mí también. Nos metieron en una sala cálida y acogedora, con calefacción pues fuera hacía bastante fresco, y nos recibió el director del orfanato. Preguntó al futuro padre sobre sus intenciones, mi amigo ostenta un importante cargo en España, probado documentalmente hasta la saciedad, el enano ha tenido mucha suerte, aunque más ha tenido mi amigo... el caso es que de repente entró una enfermera con el pequeño Carlito en brazos. Fue un shock. Se acababa de despertar y miraba con sus enormes ojos negros al grupo que allí estábamos, y el destino, que es muy sabio, quiso que el hermoso chiquillo de casi dos años de edad se fijara inmediatamente en su padre, al que echó los brazos con una sonrisa como de bienvenida a su vida. Todos los que estábamos allí empezamos a moquear sin disimulo, el padre, torpe, agarraba a su hijo para no soltarle jamás. Vino después un momento de monerías del enano y la posterior separación, pues había que hacer papeles, trámites, y enfrentarse al temido juicio.
Al día siguiente estaba programada la vista judicial, y siendo el adoptante una persona soltera, estábamos acojonadillos pues ya se sabe que les miran con lupa, les hacen preguntas inquisitivas, etc... allí entró el futuro padre, pues al resto de la comitiva no nos dejaron, y a los diez minutos salió con una gran sonrisa y más mocos; no solo el fiscal y el juez no se opusieron, sino que felicitaron al padre por su constancia y deseo de adoptar al pequeño Carlos, al que nadie había querido adoptar pues nació con anticuerpos de VIH de la madre.
Pero Carlos ha negativizado los anticuerpos y está sano; no hubiera importado, estando enfermo mi amigo ya había dado su consentimiento para adoptarle, y en el juicio ha pesado mucho el que haya querido seguir adelante. Nadie, ni parejas, matrimonios, adoptantes monoparentales, ni locales ni extranjeros, quiso a Carlitos porque nació con el virus.
Después vinieron más lágrimas, cena de celebración, copas, exaltación de la amistad, buenos deseos, etc... y tres días de incansables trámites locales, consulados, visados, Registro Civil, etc... el día que ya fuimos a recogerle Carlos estaba repeinado con agua y vestido con un peto de color verde para abandonar su vida para siempre. Yo le dí una manzana que cogió al instante... y cuando me quise dar cuenta, se la había comido toda, dejando el corazoncito que me devolvió para que se lo tirara. La única pena visible fueron las lágrimas de la que había sido su cuidadora... pero Carlos se volvió con nosotros abriendo sus ojazos a todo lo nuevo, aviones, aeropuertos, móviles, cosas.
Al llegar al aeropuerto europeo en el que hicimos la conexión para volver a Madrid, nos quedamos helados al ver a una conocida periodista del corazón curioseando en el duty free... menos mal que la tía del enano se dio cuenta a tiempo y ya nos ves ideando una maravillosa estrategia para que la otra no se coscara de lo que había. Evidentemente, no se ha enterado de nada, porque el enano vino sentado conmigo y con su tía como si fueramos sus papis. Ya os he contado que mi amigo es una persona muy conocida ( a su pesar ), y solo hubiera faltado la telemierda esperando en Barajas y la periodista contando la exclusiva por los platós del verano.
Carlitos es una bendición, ahora él y su padre están descubriéndose mutuamente.
Enhorabuena.

domingo, 5 de julio de 2009

Discriminación ¿positiva?

José dos Reis, un amigo con el que coincidí en mi etapa en Audeli, ha creado un nuevo blog. Se llama El Chicharra ( elchicharra.blogspot.com), y en su primera entrada me dedica unas cariñosas palabras; gracias José, ya verás como pronto volveremos a encontrarnos. José es un caballero que escribe utilizando una prosa muy propia de su forma de ser, echadle un vistazo porque sabe lo que escribe y lo cuenta precioso.
Cuando era estudiante de Derecho estudié en algún momento esa cosa que llaman discriminación positiva; nunca he entendido esta fantasía jurídica, una horrible palabra seguida de un adjetivo que la califica apropiadamente con el fin de que el hecho de discriminar sea políticamente correcto. La discriminación, queridos amigos, siempre es negativa. Con la DP se resuelven antiguos problema de discriminación contra las minorías, pero se está atacando el principio de igualdad. L'egalité precisamente va de eso, de que todo el mundo tenga igualdad de oportunidades y derechos; pero no, no funciona así. Es decir, que si yo apruebo una oposición con la misma nota que una mujer o una persona perteneciente a una minoría étnica, y obtenemos las mismas centésimas en nuestras calificaciones, la DP obliga a que yo me quede en la puta rue, o sea, más o menos así; se resuelven antiguos desagravios de gente que ha estado injustamente discriminada, pero se agravia a otros que no tienen culpa de nada. O sea, principio de igualdad, nanay.
Pero en EEUU saben mucho de esto, ya ves que tienen un presi negro. Resulta que un grupo de bomberos se presentó a unas oposiciones y todos los que aprobaron eran blancos, ni un solo negro, hispano u otros; así que va el Estado y anula la oposición, repiten ejercicios más suaves y entonces aprueban casi todos los negritos y de minorías. Claro, los primeros aprobados se han puesto sus mangueras por montera y han llevado su causa, por discriminación, claro, al Supremo, y la han ganado. Esto supone un duro golpe para Sonia Sotomayor, la nueva magistrada hispana del Supremo, que fue pionera en esto de la DP.
Igualdad, igualdad, igualdad, nada de discriminación para nadie, hay que abolir el concepto de DP, tan cursi, tan políticamente correcto y tan... de Bruselas y del Parlamento Europeo. Fuera la discriminación cualquiera que sea. Por cierto, el colectivo LGTB no ha de bajar la guardia, hay muchas cosas conseguidas, pero sigue habiendo mucha homofobia, dicriminación, insultos y cachondeíto en algunas instancias. Hay que seguir en primera fila, no pasar ni una y a los que les pique, anda y que les rasque su puta madre.
Mucho calor, demasiado, la ciudad hierve, y mientras, yo sigo con mis eventos, copas, saliditas, la natación y un par de rebajitas que me he hecho porque como se me ha quedado todo pequeño, he tenido que renovar vestuario. También una boda llena de familiares, cariño, risas y jamón de Salamanca. Y poco más.